CASO ..Cómo me curo de la fibromialgia con la Biodescodificación







Bioneuroemocion y cómo me curo de la fibromialgia y síndrome de fatiga crónica

Las circunstancias de mi vida (mi proyecto sentido, mi transgeneracional) me llevan a estar con 32 años pasando las horas inmóvil en un sillón. Sé que va a haber dolor y sufrimiento en cada una de mis acciones pero quiero sufrir lo menor posible, por eso calculo los esfuerzos y movimientos necesarios para vivir y hacer lo socialmente exigido. Fibromiálgica me llamo entonces.
No puedo decir que nadie sepa de mi estado de salud pero sólo lo conocen 10 personas a lo sumo. Prefiero seguir engañando al resto y decir que estoy muy bien, sonriendo, quitando importancia al asunto (cuando en realidad me la estoy quitando a mí misma) Es una desvalorización tan estructurada que creo que es la única forma de vivir y la correcta. No hay derecho a quejarse, no hay que molestar a los demás con mis problemas, no hay que entristecer al otro contando mis frustraciones. Eso es desvalorización.
No puedo ni voy a decir que mi familia es la culpable de mi enfermedad. No hay culpables. La responsable de mi enfermedad soy yo. Y también la responsable de sanarme. Lo mismo que te enferma, te sana.
Acepto cargar con un peso familiar que me supera con creces pero que no puedo abandonar. La fidelidad familiar es tan grande que es preferible estar enfermo que salirse de ese patrón para hacer una vida propia. ¿Qué derecho tengo a hacerlo? ¿Qué van a pensar? ¿Quién va a hacer todo eso que hago yo si no lo hago yo?
La familia que ni entiende qué enfermedad tengo ni dónde la cogi ni cómo llegó a mí, no disfruta sabiendo que estoy enferma pero no está demasiado molesta con la situación porque la fibromiálgica cumple a la perfección su rol de contentar al resto. Pero repito, no hay culpables.
Y como la fibromialgia y la fatiga crónica no manifiestan síntomas externos, no producen marcas visibles, es muy fácil que se olviden que les dije que estaba enferma y suben el nivel de exigencia. Y yo, como buena desvalorizada  cumplo a rajatabla con las exigencias, me esfuerzo cada vez más. Ellos son más importantes que yo y mi sufrimiento. Y cuanto más cumplo con lo que te piden y más satisfago a la familia, más dolor hay, más agotamiento, más frustración.  Y sigo dando vueltas en la jaula del ratón, sigo sin parar en esa rueda, sin salir de esa jaula. Una jaula llamada fibromialgia.
Y ahora entiendo, que lo único que hacía la enfermedad era pedirme que parase, que soltara peso. Me estaba diciendo que me derrumbaba con tantas cargas a mis espaldas. Me decía que era mejor estar inmóvil en una cama que marchando a hacer lo que no quería hacer. Porque en el fondo, yo no quería hacer nada de lo que hacía pero no tenía valor ni para escucharme. Mi biología sí que me lo estaba diciendo a gritos pero ¿alguien había dicho que hay que escuchar a tu cuerpo?



Por supuesto que sí, hay que escuchar al cuerpo. Primero escucho a una amiga que me habla de la Biodescodificación. Me explica y me insiste hasta el aburrimiento. Gracias Esther.
Y aún así, aunque decido experimentar lo que es la Biodescodificación, mi estructura férrea de desvalorización y mi ego eligen ignorar lo que la Biodescodificación me dice. Prefiero pensar que Enric Corbera no tiene ni idea de lo que dice, ¿qué sabrá él de lo que es vivir con esta enfermedad y en el contexto que vivo?
Sigo bajo la fidelidad familiar y agravándose los síntomas hasta que la vida me regala una consulta con un reumatólogo absolutamente cruel y fatalista que me pone ante un futuro negro. Es reumatólogo pero me vaticina también todo tipo de cánceres.  Gracias a esa crueldad decido curarme, no voy a dar el gusto a ese señor de que se cumplan sus predicciones. Recuerdo lo que me ha dicho Enric, que la biología es sabia y que la única importante en mi vida soy yo. Gracias Enric, te adoro.
Ahora, soy consciente de que tomé las riendas de mi vida pero no sé exactamente qué hice y cómo lo hice para que al cabo de un mes y medio de esa consulta reumatológica, estuviera con los tacones que hacía meses que no usaba, recibiendo formación en Biodescodificación.
Así que hoy, le doy las gracias a la enfermedad por haberme situado en el mejor sitio posible, en el mundo de la Biodescodificación.
Hoy sólo sé que sanarse es posible. Lo que hace falta es desearlo y ponerse en marcha para llegar al objetivo: la curación.

 https://bilboneuroemocion.files.wordpress.com/2017/02/cropped-anigif214.gif

Bioneuroemocion Asturias Aviles Oviedo biodescodificacion psicosomática 




No hay comentarios:

Publicar un comentario